Semántica introspectiva del celuloide

Bueno, ahora que he captado vuestra atención con un título extraño y llamativo, empezaré de verdad. No hace muchos días que al director de este blog se le fue la cabeza, mis fuentes informan que sumido en una profunda depresión por la carencia palpable de sexo que ostenta, ha hecho colaboradores a los celebérrimos y antiguos miembros del clan NHC.

Yo particularmente, llamado Sonny Croquet por una historia que ahora no viene al caso, me presento en sociedad para enlazar sin más dilación con el título en cuestión de este post, y no gente, no me refiero a sexo, me refiero al cine. Sí sí, al cine, que para mi viene a ser como el sexo pero sin alicientes femeninos (a veces sí).

La semántica introspectiva de la que estoy hablando (dios sabrá que significa eso realmente) viene dada por el lanzamiento, no hace mucho, del de una de las sagas más prometedoras y más jodidas (más que chiquito en un congreso de cojos) de la historia. Narraré los acontecimientos bajo mi punto de vista, así que aun están a tiempo de dejar de leer.

La saga en cuestión es Terminator. Vayamos por partes, como Jack el destripador:


Terminator (1984):

The Gobernator

Primera película de la saga, con un James Cameron como director y como promesa emergente, que más tarde terminaría de confirmarse con Abyss o Aliens.

El caso es que la cosa venía a ser que un cyborg del futuro viajaba al pasado para cargarse a una tía que iba a engendrar a un niño que lideraría a la raza humana en la futura lucha contra las máquinas. (Si piensas que has sufrido un spoiler, deja de hacer el gilipollas y ponte a ver la película). Después de esta pueril sinopsis comentaré, que el resultado en cuestión fue una película de ciencia-ficción de culto, con un argumento hartamente extraño a la par que novedoso, que además encumbro a Arnol Sbusanaser (a ver quien tiene huevos de escribirlo bien) como estrella del cine de acción.

Terminator 2: El juicio final (1991)

Era difícil elegir una foto peor

Después del enorme éxito de la primera parte, Hollywood es Hollywood y la pasta manda, así que se lanzaron con la segunda entrega, ya con un chuache consagrado y un James Cameron bien asentado. Yo era muy pequeño por aquellas fechas pero si hubiera tenido algo más de uso de la razón, seguramente mis comentarios vendrían a ser, "ya veras como la cagan", "menuda plasta de estiércol van a hacer", etc. Pues bien, servidor se hubiera comido sus burdas palabras, ya que el resultado es espantosamente monstruoso, calificada como una de las mejores películas de acción de la pasada década (por no decir la mejor).

Total, que esta vez mandaban al cyborg en cuestión (y menudo cacharro que envían, no es moco de pavo oigan, brutalmente conseguidos los efectos especiales por aquel entonces) para cargarse al futuro líder de la resistencia humana, que está vez; en plena adolescencia y haciendo cosas que hemos hecho todos de pequeños alguna vez, ya sea jugar las recreativas, mandar a la mierda a los padres o atracar cajeros automáticos; va pululando por el mundo. Lo más destacable de la película es la relación entre el prota y otro artefacto que pasaba por ahí para protegerle (chuache redimiéndose de su papel de malo malote en la primera parte y haciendo su mejor papel en esta), además del conflicto que plantea la cinta, ¿se puede alterar el futuro?, ¿se pueden cambiar los acontecimientos aun a sabiendas de que van a pasar?, ¿se te arruga la piel si pasas mucho tiempo en el agua? Este último realmente no viene a cuento, pero es una duda que tengo.

Resulto ser un terrible éxito de taquilla y público, agenciándose unos cuantos Oscar a nivel técnico.

Terminator III: La rebelión de las máquinas (2003)

Si, es la foto de un muñeco

Y como no hay dos sin tres, Hollywood volvió a la carga con una tercera parte, en pleno declive de Arnold y con James Cameron eliminado de la dirección por diversos problemas que ya no recuerdo (no debió de sentar bien en la productora que se cargará el personaje de Sarah Connor, madre del prota y prota absoluta de la primera cinta)

Y que puedes esperar con todo esto, pues sí señoras y señores lectores (si es que queda alguno en esta parrafada): UN SUBLIME Y SUCULENTO PEDAZO DE MIERDA al que no haré muchas referencias por amor propio.
Lo resumiré en pocos actos, igual que en Clerks II con El señor de los anillos:

-Acto I: Aparece un cyborg supermalo con buenas tetas para cepillarse al prota, sale Arnold de un rincón oscuro y la aplasta con un objeto no demasiado grande.

-Acto II: Aparece el cyborg supermalo de buenas tetas otra vez, a Arnold se le hinchan los cojones y la aplasta con un objeto que excede en dimensiones por todas partes.

-Acto III: No aprendiendo la lección, reaparece el cyborg malomalote, Arnold invoca un KIAAAAAA, se caga en todos los dioses del averno y la aplasta con un objeto de proporciones épicas, homéricas, wagnerianas diría yo.

-Acto IV: La cyborg mala, que no aprende ni pa´tras, vuelve a aparecer, Arnold, hasta los mismísimos pelos del glande, la agarra por banda, se tira una especie de ciberpedo y macroexplosiona todo en un final paupérrimo.

Una decepción mayúscula.


Terminator IV: Salvation (2009)

El círculo se cierra

Después de toda esta parrafada que os he pegado, llego a lo que realmente me intriga a día de hoy: una nueva secuela de la saga.

Cuando me enteré de la noticia, con las manos cubriendo mi bello rostro, esbozando lágrimas de rabia e impotencia, temí lo peor, Arnold con cibermuletas o algo por el estilo. Pero no, me va el morbo y seguí leyendo la noticia, y cual sorpresa me llevo cuando leo al protagonista: Christian Bale señoras y señores (para aquellos que no lo conozcan, el nuevo Batman, uno de los motivos por los que se ha salvado esa saga, de la cual hablaré otro día si es que no he ido a la cárcel por esto).

Lo cierto es que no se si volverá a ser una flagrante cagada o un resurgir a medias, ya que es muy jodido igualar a la segunda parte tan siquiera, pero viendo el tráiler que os adjunto más abajo la verdad es que, por lo menos, ganas hay de verla. A parte del actor, que me parece un acierto y muy bien pensado, el director ya inspira menos confianza.

La persona en cuestión es conocido como McG, y os diréis, ¿quien es este? Pues resulta ser un famoso director de videoclips con algo de experiencia en el cine. Me preocupan ambas cosas, ya que el tráiler, a pesar de que es muy potente en cuanto a contenidos, es un puto videoclip, algo que se le da de perlas al director, y luego la experiencia... dirigir las dos películas de Los ángeles de Charlie le deja a uno cuanto menos, cauto ante los acontecimientos.

No soy de opinar ni criticar si no se ha visto algo generalmente, así que deleitaros con el tráiler final de la cinta, y en mayo ya hablaremos.



Palabra de Croquet, alabado sea él.