Freddie y Yo

Leo libros. Muchos libros. De hecho, leo mucho. No importa el que, pero necesito mi dosis. En esta vida hay dos cosas que no sé hacer sin leer, que son cagar y dormir. Leo durante la primera y antes de la segunda. Esto me lleva a no tener demasiado criterio (me he leído más botes de champú de lo que seguramente es saludable, ya que a veces la primera actividad urge y no siempre te da tiempo a pillar un periódico, o el portátil para meterte al baño). Una vez decidí contar cuántos libros me había leído por si algún día me paraban por la calle a preguntarme cuanto leo. Me pararon a primeros de mayo y me había leído 17 libros. Además de todo lo que tengo que leer por el trabajo, y unos veinte botes de champú. Ese día me acojoné por dos cosas. Me parecieron demasiados libros para dos meses. Y además en la puta vida me habían parado para preguntarme eso hasta que conté los libros. ¿Acojona eh?

Me gusta Queen. Me gusta mucho. El día que me acueste con la que será la mujer de mi vida (Una tal Milla Jovovich probablemente) lo haré escuchando Bohemian Rhapsody en bucle. Lloré en el musical de Queen. Lloré en Madrid durante el concierto con Paul Rogers. No me da vergüenza. Queen lo merece. Guybrush solo se quita la camiseta de Freddie para ponerse una lamerada para grabar sus videos de cartomagia. Creo que también le gusta Queen. Una vez, hace tiempo, trabajábamos en la radio. No hay cuchara. A veces grabábamos cuñas y secciones para rellenar programas. Nos lo pasábamos bien bebiendo chupitos de manzana (¡¿?!) y comiendo lays al punto de sal. Un día estábamos solos Sonnycroquet, Guybrush, Cantin y FlasH. Pusimos Bohemian Rhapsody en bucle emitiendo por la emisora (maquinera por cierto) y nos fuimos a recrear la mítica escena de Wayne’s world en la furgoneta de Cantin. Olía a estiércol. Creo que a todos nos gusta Queen.

Por eso no puede evitarlo. Os prometo que estaba trabajando. Buscaba un libro sobre coprolitos (mierda petrificada, en este caso de dinosaurio. Sí, mi trabajo es raro) Y lo encontré. Bajé de propio a mi tienda de comics habitual, lo que tiene su gracia, porque me compro un tomo al año, a lo sumo dos. Pero es habitual. También compro allí los juegos de mesa. Fueron 20 euros. Probablemente los mejores 20 euros que me he gastado en mucho tiempo. Freddie y Yo. La hostia. Tranquilos Guybrush, Sonny y Cantin. Cuando suba para Huesca os lo llevo. Os vaís a cagar. Los demás os jodeís. U os lo compráis. O descargáis el pdf. Yo soy feliz. Más feliz desde que me leí este pedazo de novela gráfica.

Freddie y yo es una novela autobiográfica. Cuenta la vida del autor, Mike Dawson, a través de su relación con Queen y con Freddie Mercury. Trescientas páginas en BN de un dibujo más complejo de lo que parece a simple vista. La calidad gráfica es espectacular, siendo el estilo perfecto para la historia que contar. Pocas láminas te quitarán el aliento. Pero ninguna te dejará con ganas de ver un dibujo mejor. Mike Dawson creció con Queen. Los descubrió con I want to break free cuando esta llegó al número uno. Tenía 9 años. En su paso inevitable como ciudadano Yankie (migró desde Inglaterra con 11 años) por un concurso de talentos, cantó Bohemian Rhapsody. Pasó su crisis de adolescencia (si, esa depresión donde te quieres suicidar porque nadie te hace caso y te vuelves un poco emo) cuando murió Freddie. El día del funeral de su abuela es el mismo día que vio por primera vez el musical de Queen. Toda su vida es Queen. Como dice el autor. Cuando pienso en Queen puedo recordar roda mi vida. Yo también.

Leedlo, no os defraudará.